¿Te ha cruzado por la mente visitar Melilla un fin de semana y quieres saber si sería buena idea? Si lo que necesitas es un último empujoncito para decidirte a conocer esta ciudad española en territorio africano, nos corresponde animarte a darle el sí. Porque este pequeño territorio tiene, en cambio, gran número de atractivos que harán que valga la pena muchísimo la pena visitarlo.
Sí, muchos viajeros aman recorrer España en viajes de turismo para disfrutar sus encantos y su gastronomía, bien conscientes del valor natural y patrimonial que resguardan las comunidades autónomas, aunque por desgracia suelen olvidarse de las regiones extra peninsulares. Sálvate de ese error y descubre las 7 razones para viajar a Melilla este año.
Cómo llegar a Melilla
A orillas del Mediterráneo y en los límites con Marruecos y el mar de Alborán, la ciudad autónoma de Melilla se extiende por 12 km2 en el corazón de la región del Rif, al norte de África. Por su situación, al planificar un viaje a Melilla es mejor que conozcas las opciones para trasladarte.
Por aire
Cada día hay varios vuelos directos a Melilla, con conexiones en Málaga, Granada, Almería y Madrid. Otra opción es volar hasta Nador (Marruecos) y moverte en un taxi hasta la frontera de este país y España.
Por mar
Melilla está conectada con la península a través de tres compañías que dan un servicio diario con los puertos de Málaga, Motril y Almería.
Por tierra
Desde Marruecos se puede llegar a Melilla por carretera. Cuando alquiles el coche, fíjate que tenga permiso para cruzar el puesto fronterizo.
Dónde dormir en Melilla
Para que toda tu experiencia sea de ensueño, descansa en el lugar ideal. Quizás no haya mejor recomendación que el Parador de Turismo de Melilla, localizado en una posición privilegiada para que goces de las vistas a la ciudad amurallada y a las playas.
Sus cómodas habitaciones serán el refugio perfecto tras el ajetreado ritmo de tu visita y las especialidades del restaurante, como sus pastelas de pollo especiadas y su helado de hierbabuena y cuscús, te reconfortarán en cuerpo y alma.
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Principales razones para tu escapada a Melilla
Una vez en territorio español, ¡a disfrutar el paseo! Aquí te van algunos de los mejores motivos para conocer Melilla y dedicarle uno de esos fines de semana viajando por España que te encanta agendar.
Razón #1. Para conocer su historia en Melilla La Vieja.
Suponiendo que por algún imprevisto sólo tuvieras tiempo para uno solo de los lugares que ver en Melilla, en definitiva ésta es la parada obligada en cuanto bajes del avión o ferry. Declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1953, se trata de una imponente fortaleza sobre un peñón que se adentra en las aguas del Mediterráneo.
Con sus 2000 metros de longitud, la ciudadela amurallada de Melilla La Vieja (siglo XVI) es una de las mayores de España y uno de los más importantes monumentos históricos en Melilla. Recorrer sus cuatro recintos fortificados es mirar haca atrás, cuando alojó a la antigua Rusadir de fenicios y romanos, destruida y reedificada una y otra vez ante el acecho de pueblos como el árabe.
Dentro de sus murallas hay cuevas, minas, fosos, fuertes, bonitas calles, torres, capillas, aljibes, plazas y, por supuesto, baluartes. Uno de los principales sitios de interés en Melilla La Vieja son las famosas Cuevas del Conventico, un conjunto de grutas naturales y creadas de forma artificial, que sirvió como refugio a la población y hoy es un museo que no te puedes perder.
La zona continúa habitada, así que también hallarás bares y restaurantes para hacer más ameno tu paseo. Los lugares que debes recorrer en la ciudadela son:
- Faro de Melilla, que te obsequiará esas imágenes de postal que buscas para tu Instagram.
- Iglesia de la Purísima Concepción, la más antigua de la ciudad (siglo XVII).
- Museo de Arqueología e Historia, narra desde la época neolítica y la mezcla de culturas.
- El antiguo edificio del Hospital del Rey (actualmente, Archivo Central).
- Museo Sefardí y Amazigh, homenaje a estas culturas que perviven en la Melilla contemporánea.
- Plaza de Estopiñán, que recibe el nombre del conquistador de Melilla, en 1497.
- Baluarte de la Concepción, que acoge al Museo Histórico Militar.
- Museo Ibáñez, de arte español moderno y contemporáneo.
- La Puerta de Santiago, con un puente levadizo desde el que tendrás una bella vista de una caleta.
Razón #2. Seguir la Ruta del Modernismo de Melilla.
¿Sabías que Melilla es la segunda ciudad española con más edificios modernistas, sólo después de Barcelona? Son más de 900 edificaciones con dicho estilo arquitectónico en la zona conocida como el Ensanche Reina Victoria; es decir, la ampliación extramuros iniciada en el siglo XIX.
Así, con la Plaza España como eje neurálgico, la ciudad se revitaliza y surgen hermosas construcciones, muchas de ellas obra del discípulo de Gaudí, el arquitecto catalán Enrique Nieto. El Triángulo de Oro del Modernismo en Melilla incluye algunos de sus edificios más emblemáticos.
Date una vuelta por este oasis modernista y de art decó si quieres constatar que Melilla es la principal exponente de esta corriente en toda África. No te pierdas:
- El Palacio de la Asamblea (Ayuntamiento).
- El edificio de La Reconquista.
- La Casa Melul.
- El Casino Español.
- Periódico El Telegrama del Rif.
- La Casa de los Cristales.
- Cámara de Comercio.
- Casa Tortosa.
- El Acueducto.
Razón #3. Disfrutar las costas melillenses.
Durante tu escapada a Melilla de 2 días, disfrutar de su delicioso clima mediterráneo y tumbarte en la arena de alguna de sus 9 playas suena como el plan perfecto. Las hay de aguas mansas o más dinámicas, escondidas o urbanas… En cualquier opción, ¡sabemos que se te antoja!
No es casualidad que este destino se haya convertido en uno de los más populares entre turistas de cruceros. Y es que, además prestarse a un idílico viaje de playa en verano bajo el cálido sol africano, es idóneo para los amantes de los deportes acuáticos, como el surf, valiéndole el nombramiento como «Ciudad del Deporte».
Las mejores playas de Melilla:
- Ensenada de los Galápagos.
- Playa de Horcas Coloradas.
- Playa de la Hípica.
- Cala de Trápana.
- Playa del Hipódromo.
- Plus: Cortados de Aguadú (zona de acantilados).
Razón #4. Empaparte de las 4 culturas.
Como resultado del mestizaje en Melilla, producto de las culturas que aquí conviven, como turista puedes beneficiarte de muchas bellezas monumentales. Dichas comunidades son: musulmana, cristiana, judía e hindú, mencionadas en el orden de su preponderancia local.
Una de las mejores cosas que hacer en Melilla es realizar la Ruta de los Templos, un paseo guiado en domingo que inicia en la Plaza de las Cuatro Culturas. Los recintos religiosos a visitar son:
- Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, que alberga a la patrona local, la Virgen de la Victoria.
- Mezquita Central, la más grande de la ciudad.
- Sinagoga Or Zoruah, construida por Nieto y la principal de Melilla.
- Templo Hindú Mandir, con suerte acudes durante sus celebraciones como el Diwali.
Razón #5. Explorar los rincones de encanto de Melilla.
Lugares bonitos en Melilla sobran y seguramente en un par de días sólo te dará tiempo de ver algunos de ellos. Te dejamos esta lista final para que decidas cuáles visitar durante tu estancia:
Parque Hernández
La ciudad autónoma cuenta con diversas áreas verdes, siendo el Parque Lobera uno de los más bonitos gracias a sus cascadas y fuentes. Sin embargo, el parque más emblemático de Melilla es el Hernández, un punto repleto de estatuas en donde convergen lugareños y foráneos por igual.
Puerto deportivo
Uno de los sitios imprescindibles de Melilla es el Puerto Noray, donde de día puedes dar un buen paseo contemplando las embarcaciones y el escenario portuario, mientras que de noche será idóneo para buscar un pub o discoteca donde divertirte.
Fuerte de Victoria Grande
Aunque se considera parte del cuarto recinto fortificado de Melilla La Vieja, está algo alejado y merece mención aparte. Edificado en el siglo XVIII, desde aquí se disparó el cañón que marcó los límites de la ciudad. Hoy es sede del Centro de Interpretación de la Ciudadela, cuya rehabilitación le valió varios premios internacionales.
Otro baluarte que vale la pena mencionar es el de Rostrogordo, que actualmente alberga un complejo turístico y de ocio entre sus rojizas murallas.
Visita Melilla y descubre sus tesoros
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