Dubái es espectacular, la mires por donde la mires no dejará de sorprenderte con su asombrosa arquitectura que se alza en medio del desierto; hacerle una visita vale muchísimo la pena y no sólo lo decimos por su infraestructura, sino también por la cantidad de actividades que se pueden realizar en esta increíble ciudad.
Si bien la modernidad es parte de su esencia, también es cierto que su pasado es fundamental y este se asoma por varios rincones de la región. Además, la cultura comercial que la caracteriza la ha precedido por siglos, siendo pieza clave para su crecimiento. Hay que visitar Dubái para comprobar por qué este cotizado oasis es uno de los destinos más alucinantes del mundo.
Son tantas las actividades que hay que hacer en Dubái que no sabrás por dónde empezar; por ello, para que te des una idea de lo que puedes realizar en la ciudad, te planteamos aquí un viaje a Dubái por cuatro días para que la explores en pocos días y te lleves un pedacito de ella guardado en tu memoria.
Día 1: conocer el viejo Dubái
No hay mejor forma de iniciar a conocer la ciudad de Dubái que haciéndolo desde su pasado, mismo que es importante para entender su presente; así que por ello hay que comenzar el recorrido yendo hasta Deira y Bur Dubái, dos de las regiones más antiguas de la ciudad.
En estos dos lados se resguardan algunas construcciones antiguas, preciosas mezquitas y también los antiguos zocos árabes, el Fuerte de Dubái (que data del siglo XIX) y diversos museos en los que se preserva la historia que da cuenta de la evolución que tuvo esta ciudad; uno de los museos más importantes donde la historia se hace presente es el Museo de Dubái.
Conocer el casco histórico de la ciudad apenas se inicie el viaje a Dubái en 4 días es bastante importante para poder entender el gran avance del que fue objeto la ciudad, además de conocerla desde otro punto de vista y no sólo como una metrópoli moderna y vanguardista.
Día 2: de compras por Dubái
Una vez que hayas conocido la parte histórica de Dubái, es tiempo de internarse, ahora sí, en su modernidad y sobre todo en sus principales centros comerciales como el Dubái Mall; la visita a este maravilloso centro comercial es imprescindible ya que es uno de los centros comerciales más icónicos de la ciudad.
Sean o no sean lo tuyo las compras debes hacer una visita a estos centros; hay que recordar que si por algo se distingue Dubái es por su comercio, a tal grado de convertir sus centros comerciales en verdaderos templos revestidos de marcas de lujo, suntuosas tiendas e incluso atracciones como pistas de ski o peceras gigantes.
Aparte del Dubái Mall, también destacan el Mall of Emirates, donde se encuentra la pista de ski y el Magic planet; y el Ibn Battuta Mall, que se caracteriza por su exquisita arquitectura y diseño interior.
Después de que hayas visitado estos preciosos centros, ve directo los pies del edificio más alto del mundo: el Burj Khalifa y sube hasta la cima; las vistas de la ciudad son realmente maravillosas y únicas. Un dato importante es que el costo para subir no es barato, además tienes que apartar tu lugar con antelación pues a pesar de su costo es uno de los más visitados, vale la pena hacer un esfuerzo y no dejar de hacerle una visita.
Al bajar del edificio dirige tus pasos hasta la zona de Marina Bay para puedas tomar un tour en barco que te llevará por las tranquilas aguas del mar, desde ahí podrás apreciar muchísimo mejor uno de los símbolos de Dubái: la famosa Isla Palmera con su encantador hotel Atlantis.
Día 3: exploración por el desierto
Viajar a Dubái 4 días y no destinar uno de ellos a hacer un recorrido por el desierto es dejar el viaje incompleto; sobre todo porque este desierto o, mejor dicho, lo que pertenece a Dubái forma parte de una de las zonas desérticas más extensas e importantes del mundo: el desierto de Arabia.
Comienza por reservar un tour por el desierto que te lleve a conocer de cerca los hermosos paisajes desérticos decorados con dunas; además de estar en contacto con el paisaje arenoso también hay que estar pendiente de su fauna que hará, que sin duda hará acto de presencia.
Las puestas de sol en el desierto son maravillosas, y en Dubái lo son aún más; tonos ocres que pintan el suelo hasta llegar a fundirse con el cielo, son de las cosas que hay presenciar una vez en la vida y qué mejor que hacerlo en Dubái.
Es común que los tours que te ofrezcan el viaje en la camioneta 4×4, también agreguen alguna otra actividad como un viaje en camello o presenciar algún espectáculo, como lo son las danzas tradicionales, y hasta degustar la exquisita comida típica del lugar.
Día 4: disfrutar de la hermosa playa en Dubái
Hay que terminar nuestra visita por Dubái refrescándose en alguna de sus playas. Si bien, varias playas de Dubái son privadas, sin embargo, hay destinos playeros que están completamente abiertos al público; pero que eso no nos detenga para no ir hasta una de ellas. El clima en Dubái es perfecto para disfrutar del sol y la arena.
Una de las más famosas por ser completamente pública se localiza no muy lejos de uno de lo edificios más emblemáticos de la ciudad, el hotel Burj Al Arab, cuya edificación es mundialmente conocida por semejar la vela de un barco; la playa Jumeirah Public Beach, es la mejor opción para disfrutar de un día de ocio.
Las aguas del Golfo pérsico son bastante cálidas y zambullirse en ellas puede resultar en demasía satisfactorio, sobre todo en los meses en que el calor está a todo su máximo. Además, si te hospedas en uno de los hoteles que cuente con alguna playa privada, no dejes de sacarle provecho a estas zonas.
Hacer un viaje a Dubái por 4 días puede no ser suficiente, sin embargo, es propicio para conocer gran parte de ella o lo más representativo de la ciudad durante una estancia corta. No escatimes y vive la suntuosa experiencia dubaití que sin temor a equivocarnos es una de las mejores experiencias que se pueden tener.