Viaje Escocia Mayores 45 años, Castillos y Lagos

Aberdeen

En una hermosa línea costera llena de acantilados por un lado y de colinas ondulantes por el otro, se dibuja este bullicioso puerto que deslumbra con sus playas arenosas y sus tradicionales edificaciones a base de granito. Nos encontramos en la Ruta de los Castillos, en Escocia, una región que es el marco perfecto para esta ciudad que es el motor económico del noreste del país y un importante centro comercial. Su vasto espacio de naturaleza, entre bosques, ríos y montañas, guarda espacio para una preciosa arquitectura y diversas atracciones urbanas. Conoce el Castillo de Balmoral, convertido en residencia real en 1848, cuando la Reina Victoria la eligió como hogar; en la actualidad, el Fondo Escocés para la Vida Silvestre lo protege. El Museo Marítimo muestra la historia de la navegación europea. El interior de la Catedral fortificada de Saint Machar, del siglo XV, es simplemente impresionante y además cuenta con un entorno privilegiado. Y el paseo se completa con Haddo House, una mansión de 1732 con exquisito estilo georgiano e interior victoriano, cuya colección de pinturas, establos y jardines la hacen digna de una visita.

Castillo de Edimburgo

El sitio de interés más visitado en Edimburgo es este majestuoso castillo que se alza desde lo alto de una roca volcánica, como vigilante perpetuo de la capital escocesa. Cuando llegues al inmenso Castillo de Edimburgo, te encontrarás ante el símbolo de la ciudad. Conocer esta fortaleza rodeada de acantilados te permitirá aprender sobre la historia de Escocia y además contemplar unas vistas magníficas del panorama urbano. Para acceder, debes llegar por Castlehill, en uno de los extremos de la Royal Mile. Entre sus detalles interesantes se encuentran el Cañón de la 1 en punto, la Capilla de Santa Margarita, la Piedra de Scone, los Honores de Escocia, el Mon’s Meg, el cementerio de mascotas, el Museo Nacional de la Guerra y las antiguas prisiones.

Edimburgo

Conoce una de las ciudades más visitadas del Reino Unido, tan fascinante que querrás volver mil veces. Tan sólo para que te des una idea de lo que te espera, te contamos que todo su centro histórico es Patrimonio por la UNESCO. La capital escocesa es extraordinaria tanto en su casco medieval de piedra – Old Town – como en su zona más moderna (del siglo XVIII) – New Town –. En la parte vieja predomina el fantástico Castillo de Edimburgo, el cual vivió grandes batallas que hoy recuerda con un cañonazo diario a la 1 pm y con el edificio Memoria Nacional de la Guerra. Actualmente es el símbolo de la ciudad, con una presencia imponente en su corazón geográfico. En la Old Town, recomendamos pasear por la avenida Royal Mile para descubrir los jardines secretos, además de visitar el Museo de los Escritores, la Catedral de St Giles y la muralla The Vennel, que te obsequiará una hermosa postal de la ciudad. No te pierdas Mary King’s Close, la ciudad subterránea. De igual modo, el Museo Nacional de Escocia y su terraza panorámica te encantarán. En tu lista debes incluir el Parlamento de Escocia, la Magdalen Chapel, así como el Palacio y la Abadía de Holyroodhouse, la residencia oficial de la reina en Escocia. Y, si tienes más tiempo, la ruta de Harry Potter y el pintoresco callejón White Horse Close darán el toque divertido al paseo.

Fort William

Amable con los esquiadores en invierno y con los senderistas en verano, con un precioso entorno natural, este destino es un excelente punto de referencia para tu visita por las Tierras Altas escocesas. Además de estar enmarcado por Ben Nevis, el pico más alto del Reino Unido, la región te ofrece atractivos como visita a destilerías, el museo West Highland para conocer la historia local (incluyendo hallazgos arqueológicos) y el antiguo castillo de Inverlochy, construido en el siglo XIII por Lord John Comyn, jefe del clan más importante en ese entonces. Bañado por las aguas del fiordo Linnhe, en la ciudad más extensa de la zona tomarás espectaculares imágenes como la que te obsequia el paisaje circundante del deslumbrante puente de piedra de 1745 por el que pasa el tren de vapor que aparece en las cintas de Harry Potter (el Hogwarts Express). En tu próximo plan de viaje, asegúrate de conocer esta tierra maravillosa.

Glasgow

Cuando piensas en Escocia, seguro te vienen a la mente esos paisajes de altas montañas, riesgosos acantilados y lagos de extrema pureza. Pero también hay espacio para grandes ciudades, llenas de vida y que cambian los castillos y praderas por graffiti y centros culturales. Aunque no es la capital, Glasgow es más grande que su histórica rival Edimburgo, siendo la cuarta mayor ciudad del Reino Unido. En esta ciudad de arquitectura victoriana verás dos centros. Por un lado, el antiguo, donde verás el fastuoso cementerio victoriano detrás de la magnífica catedral medieval de San Mungo, una de las únicas dos que sobrevivieron a la Reforma Protestante y que conserva tal categoría catedralicia pese a no ser católica. Por otro lado, el verdadero centro actual, la Merchant City, cuyo corazón es George Square. A Glasgow se le conoce por sus aclamados museos y su vasta escena musical, así que tendrás oportunidad de muchas actividades. Destacan el Museo Kelvingrove, el Riverside Museum, la Galería de Arte Moderno y el Science Centre.

Inverness

La capital cultural de las Tierras Altas Escocesas a menudo se encuentra en el ranking de las ciudades más felices del Reino Unido. Es la base perfecta para excursiones a los puntos cercanos más interesantes, como son el Parque Nacional de Cairngorms, la Isla Negra, Glen Affrich y, por supuesto, con preponderancia del Lago Ness. Dos importantes templos despiertan fascinación por su maravilla arquitectónica: la catedral de Inverness y la iglesia Old High. Muy célebre es también el Victorian Market, unas galerías abiertas al público desde 1890. El Museum & Art Gallery te cuenta la historia de las Highlands y también expone arte. Y las Ness Islands son unas preciosas islas en mitad del río unidas por pequeños puentes entre paisajes boscosos. Finalmente, una parada imprescindible es el Castillo de Inverness. Aunque sólo tiene 200 años, resulta fascinante por su ubicación justo encima del río y el poco convencional aspecto que le brindan las piedras rosáceas con las que está edificado. Desde 2017, la torre norte ha fungido como un mirador hacia un escenario soberbio.

Isla de Skye

Adéntrate en la isla más famosa de Escocia, uno de los mejores escenarios que podría plasmar un pintor o fotógrafo por su espectacularidad, aunque quizás sea un escritor quien le saque el mejor provecho por ser hogar de hadas y de gigantes. Precisamente conocida como Isla de las Hadas, apenas en 1995 se unió a la costa noroeste de Escocia por medio de un puente. Conocida por sus paisajes escarpados, castillos medievales y villas pintorescas, la isla más grande del archipiélago de las Hébridas Interiores posee angostos lagos provenientes de las montañas. De forma más oculta, también hay playas de blanca arena, como la Claigan Coral Beach. En esta recóndita maravilla natural uno de los sitios más bonitos es el acantilado Kilt Rock, junto a la fabulosa Cascada de Mealt y a orillas del océano; desde aquí podrás divisar cetáceos, aves y muchas otras especies. Las focas, en cambio, llegan a las cercanías del majestuoso Castillo de Dunvengan, donde reside el actual jefe del clan MacCleod. Otra belleza natural a destacar El Valle de las Hadas, con montes de un precioso verdor, cuenta con lagunas conocidas como las “Fairy Pools” y otras bellezas. Otro punto que te interesará es The Old Man Of Storr, un enorme menhir al lado del conjunto rocoso Needle Rock. La ciudad más grande es Portree, cuyo puerto constituye una estampa maravillosa por sus acantilados y casas de colores, un sitio que no te querrás perder.

Lago Ness

¡Ven a conocer al Monstruo del Lago Ness! Aunque a decir verdad, Nessie, el famoso plesiousario que vive en las profundidades del lago, aparece muy calmado en las fotografías (¿truco o realidad?). Como sea, la leyenda de su colosal habitante ha atraído a muchos a este lago, casi convirtiéndose en el símbolo de Escocia. No extraña que Nessie radique en esta área, ya que se trata del lago más profundo y por ende el de mayor volumen del país, además de que es sabida la fama de tierra encantada que tiene Escocia. Y al navegar sobre las aguas de este lago legendario sentirás el halo de misterio en forma de neblina que da un aspecto fantasmal a sus colinas. No obstante, al mismo tiempo esta zona goza de una gran belleza natural. Su ribera posee una flora y fauna extraordinaria y su patrimonio histórico tampoco se queda atrás. El Castillo de Urquhart, que ha cuidado al Lago Ness desde 1229, es otro de sus mayores reclamos turísticos a pesar de estar en ruinas… eso sí, bellas ruinas.

Saint Andrews

Ubicada en la costa oriental de Escocia, Saint Andrews es una de las poblaciones más antiguas e impresionantes de Escocia. Entre los principales reclamos de esta pequeña localidad, cabe destacar las ruinas de su castillo y de su catedral, que llegó a ser la mayor del territorio escocés. Actualmente, Saint Andrews cuenta con un pequeño núcleo histórico formado básicamente por cuatro calles, y con una de las universidades más prestigiosas del Reino Unido.

Wester Ross

Basta mencionar la palabra «Escocia» para que vengan a nuestra imaginación escenas de naturaleza agreste, inhóspita, plagada de una belleza espectacular. Así es la escena de las Tierras Altas donde el mapa nos señala a Wester Ross, una región de cara al Atlántico, aderezada por montañas y lagos. Muy pocas regiones del mundo nos regalan un paisaje así, por lo que nada será más inspirador y relajante que transitar por las sinuosas carreteras admirándolo. Y si te preguntas qué puedes ver en una zona prácticamente inhabitada con sólo escasos conjuntos de viviendas esparcidas aquí y allá, existen unas buenas opciones. Puedes detenerte a admirar los bellos Jardines de Inverewe, el Loch Maree y el cercano castillo de Eilan Donan, además de que la ruta te llevará a destinos más turísticos, como la Isla de Skye..